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Comentários
dos Participantes
Tony Negri
Les mando
esta ponencia de Negri reciente que, me parece
puede ayudar en los debates que quedaron abiertos
despues del congreso.
Tambien sera una ocasion de ir informandose
de su pensamiento, porque no son poo los colegas
que al mismo tiempo que se apresuraron a criticas,
admitieron no haber leido sus trabajos.
Cordialmente,
Osvaldo Saidon
Ponencia de Negri en el
foro social
Soy italiano y me permito hablar en italiano,
sobretodo porque quisiera comenzar yo también
recordando con mucha piedad, con muchísima
piedad y con mucha emoción los muertos
italianos en Iraq en estos días. Los italianos
no estaban acostumbrados a tener muertos de guerra
desde cuando el fascismo había invitado
a muchos de nuestros parientes y amigos a las
monstruosas aventuras de la segunda guerra mundial;
no teníamos necesidad realmente de que
un régimen democrático implicando
los mismos términos de la constitución
italiana mandara personas, desgraciados, a morir
en una guerra de la que la mayoría de los
italianos no entiende las razones y a la cual
es contraria.
Como nuestros padres llamaron en términos
antifascistas malditos aquellos que han enviado
a la guerra a nuestros hermanos durante la guerra
mundial, así nosotros llamamos malditos
aquellos que han man dado a esto s hom bres a
morir hoy en Iraq: ¡malditos! ¡malditos!
¡malditos!
Que esté claro que esto determina una
ulterior terrible ruptura entre las fuerzas de
la paz y todos aquellos que en Italia han sostenido
esta guerra: hablo también de buena parte
de la izquierda, en ningún caso podemos
olvidar que una parte de la izquierda italiana
ha sostenido llenamente la guerra en Kosovo, no
podemos olvidar que una gran parte de la izquierda
italiana hoy estaba disponible a votar, tras una
difícil abstención, el reenvío
de las tropas italianas a Iraq y Afganistán.
Éstas son cosas que no podremos olvidar
y es a partir de esta base de no olvido sobre
la que solo podrá ser reconstruida una
izquierda en Italia, y digo reconstruir una izquierda
en Italia porque pienso que no solo sea el problema
de la guerra global simplemente, como es naturalmente
hasta el fondo el problema de luchar contra esta
guerra, luchar contra todos lo s residuos i mperial
is tas y neocoloniales que circulan por el mundo,
pero es también constituir la comprensión
de aquello que es un nuevo momento en los comportamientos
políticos generales del capital en el mundo
de la globalización.
La guerra así como se presenta hoy no
es simplemente, aunque ciertamente los es, un
intento de algunas élites americanas de
hacerse con el petróleo; la guerra no es
simplemente, aunque ciertamente lo es, un intento,
una operación de intervenir en los asuntos
mediorientales para facilitar ulteriores operaciones
políticas; la guerra, así como hoy
ha sido inventada, aplicada, desarrollada, es
una guerra constituyente. Una guerra constituyente
significa que la forma de la guerra ya no es simplemente
la legitimación del poder, la guerra deviene
la forma externa e interna a través de
la cual todas las operaciones del poder, la organización
del poder a nivel global se viene desarrollando.
La guerra es algo que co mpete a todas las acciones
del poder, del poder mundial, del poder global,
y es ésta la forma en que nosotros debemos
combatir esta guerra.
Tenemos que oponernos a esta guerra comprendiendo
que en su interior, en su misma forma es una guerra
constituyente, una guerra biopolítica que
implica enteramente el ordenamiento de la vida,
de la producción y la reproducción
de la vida. Esta guerra es una guerra que quería
ser una guerra de policía, quería
transformar la intervención de las armadas
americanas en una capacidad dúctil, flexible,
de intervenir fácilmente y velozmente en
todas las partes del mundo.
Una guerra que quería presentarse no
ya más como guerra entre estados y estados
sino como guerra contra un enemigo público,
guerra contra una realidad interna que se definía
como peligrosa, una guerra que englobaba la relación
social en el término más completo
de la palabra.
Todo cuanto Ign acio Ramonet decía inic
i almente acerca de la sobreposición de
guerra económica, guerra social, guerra
militar, es perfectamente correcto: son cosas
que están todas juntas y son cosas que
están todas juntas porque existe un proyecto
organizativo constituyente, que atraviesa este
mundo, de hacer la guerra. Veis que ya no es más
la guerra imperialista que va a expandir los poderes
de las naciones singulares: ésta es una
guerra en nombre del capital global, una guerra
que se mueve como el capital global y esto lo
que debemos tratar de entender hoy. Imagino en
Italia los reclamos a la patria, los reclamos
a las naciones, lo reclamos generosos, quisieran,
a aquéllos que son los grandes valores
de las grandes tradiciones italianas: estos valores
ya no son los nuestros, estos valores de la patria,
de la nación nunca han estado en la verdadera
tradición comunista y hoy ya no lo serán
más, no lo serán nunca.
Somos realmente inte rnacionalista s hasta el
f ondo, pero solo podemos serlo en la medida y
solo cuando comprendamos que hoy existe este Imperio
que se está formando y es la potencia militar
más allá de la económica,
ideológica, política contra la que
debemos combatir.
Tenemos que combatir contra esta unidad fundamental
y evidentemente es éste el pasaje que tenemos
que hacer.
¿Qué quiere decir hacer este pasaje?:
quiere decir que a esta guerra que es fundadora,
que es constitutiva, tenemos que oponer propuestas,
tenemos que oponer acciones y está claro
que el valor de la paz en este punto ya no es
cualquier cosa que podamos tratar o no tratar.
La paz se ha convertido en un valor fundamental
en toda nuestra acción: nuestra desobediencia
activa es una desobediencia que quiere introducirse
realmente en los términos de la paz, una
desobediencia activa y posiblemente no-violenta;
digo posiblemente no violenta porque no podemos
repetir en nuestra luc ha por la dem ocracia el
carácter totalitario, violento del poder
capitalista.
Tenemos que romper realmente la homología
de una lucha por el poder que repite las características
del poder, tenemos que movernos absolutamente
reconquistando los términos de la paz como
elemento fundamental y constitutivo: eso es, una
constitución realmente alternativa de nuestra
perspectiva.
Naturalmente no somos los reductos, sabemos
perfectamente que si no se hubiesen producido
las plagas de Egipto Moisés nunca habría
podido hacer un éxodo del pais donde su
pueblo era esclavo; sabemos perfectamente que
sin la retaguardia de Aarón probablemente
no se habría sido capaz de abrir el Mar
Rojo. Sabemos entonces que existe una necesidad
de resistir y que la resistencia no es siempre
gentil, pero sabemos también que nuestra
fuerza y nuestra capacidad de agregar, de poner
en común pasa antes que nada a través
de una des obediencia acti va y no viole n ta
y esto debe ser realmente un elemento que asumimos
y creo que cuando lanzamos desde esta formidable
asamblea una batalla continua contra la ocupación
de los capitalistas en Iraq, contra todo lo que
se ha desarrollado y contra la guerra en general,
tenemos que hacerlo teniendo en cuenta esta forma.
Sí es cierto que hoy el desarrollo capitalista
usa la guerra para organizar el mundo, para, por
lo tanto, jerarquizarlo, seleccionarlo, incluir/excluir
así como intenta hacer, y si es cierto
esto, nosotros evidentemente tenemos que transformar
también nuestra lucha por la paz en lucha
social: no existe posibilidad de distinguir la
lucha por la paz de la lucha social y entonces
aquí volvemos de nuevo a aquel problema
fundamental que es el de una reconstrucción
de la izquierda, de una izquierda que sepa ser
pacífica pero que sepa en el mismo momento
proponer el común, proponer los que son
los gra ndes valores rea lmente de la r ec onstrucción
de una sociedad de democráticos donde la
democracia no es una democracia de pocos sino
la democracia de todos por todos.
Estas son por tanto a mi modo de ver las sensaciones
y en lo que concierne también a muchos
compañeros en Italia las lineas guía
de nuestra acción de nuestro pensamiento.
Gracias a todos.
Tony Negri
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